No se trata de un juego: se trata de su futuro
¿De verdad esto le servirá en el futuro? Lo que los padres deben saber sobre la educación tecnológica
Cuando las familias escuchan por primera vez que sus hijos están aprendiendo a programar, construir robots o diseñar videojuegos, es normal que surjan preguntas como: “¿De verdad esto les ayudará en su futuro?” o “¿No sería mejor que se centraran en matemáticas y lengua?”.
Lo que muchos padres no saben es que, precisamente a través de estas actividades tecnológicas, también se trabajan las matemáticas, la comprensión lectora, la resolución de problemas, la creatividad o el trabajo en equipo. Pero, sobre todo, se están formando competencias clave para su futuro.
¿Por qué la tecnología es parte esencial del aprendizaje hoy?
Según el World Economic Forum (2020), el 65% de los niños que actualmente están en primaria trabajarán en profesiones que aún no existen. Es decir, nos estamos preparando para un futuro que aún está por definirse. Pero hay algo claro: estará profundamente vinculado a la tecnología.
Enseñarles desde pequeños a utilizar herramientas digitales con sentido, a programar, a crear en lugar de solo consumir, no es un lujo ni una moda: es una forma de darles confianza, pensamiento crítico y capacidad de adaptación.
No se trata de ser informáticos, sino de ser ciudadanos digitales
Aprender robótica o programación no significa que tu hijo o hija vaya a ser ingeniero o programador (aunque podría serlo, claro). Significa que será una persona capaz de resolver problemas, de entender el mundo digital en el que vive, de tomar decisiones informadas y de adaptarse a un mercado laboral que cambia rápidamente.
Y no hablamos solo de empleo: hablamos de vida. La tecnología también tiene que ver con la manera en que aprendemos, nos comunicamos, votamos, consumimos información o participamos como ciudadanos.

Padres informados, niños más preparados
En Cantera de Empresas trabajamos cada día para que las familias entiendan que estas actividades no sustituyen a la educación tradicional, sino que la complementan y la hacen más rica. Porque aprender con tecnología no significa estar delante de una pantalla sin sentido, sino participar en proyectos donde se construyen cosas reales, se resuelven retos, se trabaja en equipo y se piensa más allá de lo evidente.
Si alguna vez te has preguntado si esto le servirá en su futuro, te damos la respuesta con hechos, no con promesas: los niños y niñas que aprenden desde ya a usar la tecnología con sentido están un paso por delante.
Porque no se trata de prepararles para un trabajo. Se trata de prepararles para cualquier futuro.